En la década de los 50, el publicista norteamericano James
Vicary realizó un experimento con la publicidad subliminal. Vicary proyectó una
película en el cine en la cual, cada determinado número de fotogramas de la
proyección se podía leer las frases "Coma palomitas" y "Beba
Coca-cola" pero los espectadores no se daban cuenta de que estaban
recibiendo estos mensajes. El cerebro de las personas presentes en la
proyección captaba el mensaje pero ellos no se daban cuenta de que estaban
siendo incitados a beber y comer. Cuando Vicary publicó sus resultados quedó
reflejado que las ventas de palomitas y Coca-cola en el cine se había
incrementado. Por lo que quedó demostrado que la publicidad subliminal puede
variar la conducta de los seres humanos.
Entonces esto hace que nos preguntemos si verdaderamente la
publicidad puede ser utilizada como un arma para controlar los cerebros de las
personas y que puede anular su libertad interna. La publicidad subliminal en mi
opinión puede llegar a ser muy peligrosa ya que, si esta no estuviera prohibida
en la mayoría de los países, podía ser utilizada no solamente para hacer que
las personas consuman un determinado producto como en el experimento de Vicary,
sino que puede ser utilizada para hacer que la población vote a un determinado
partido político; crear un sentimiento ya sea de odio hacia cualquier objeto o
persona por lo que se podría hacer que en la sociedad surgieran sentimientos de
racismo, xenofobia, aporofobia... hacia otras culturas con las cuales se ha
convivido siempre. También podría ser utilizada para hacer que la población
acepte unos determinados valores morales que rechaza la sociedad.
En mi opinión la publicidad subliminal puede ser una arma
muy potente, por no decir la más potente, ya que simplemente introduciendo una
pequeña idea en el cerebro de las personas sin que estas sean conscientes de
ello mientras estas ven la televisión, puede hacer que se produzcan situaciones
indeseadas entre individuos, países... ya que se pueden haber introducido ideas
moralmente no correctas, ya que la utilización de la publicidad subliminal
tiene la capacidad de anular parcialmente la libertad interna del individuo ya
que este es incitado continuamente a realizar unos actos determinados sin que el individuo sea consciente de ello. Si la publicidad subliminal fuera legalizada una parte de la libertad del
hombre correría peligro.
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