sábado, 12 de abril de 2014

En el cementerio de Highgate

Estaba en el cementerio de Highgate (Londres) una mañana fría de octubre. Siempre me había hecho gracia como se habían difundido diversas historias sobre vampiros y fantasmas que rondaban el cementerio  día y noche. Tras haber dado un paseo viendo algunas tumbas de diferentes personajes notorios, me paré en frente de la tumba de Marx. En ella se podía ver claramente escrito "Proletarios de todos los países uníos".

-Los filósofos sólo han interpretado el mundo de distintos modos, pero de lo que se trata es de transformarlo.-Mientras estaba leyendo el epitafio, había llegado un señor mayor, con abundante barba y vestido con un abrigo negro.
-¿Perdone?- pregunté sin apenas pensarlo.
-Es lo que decía Marx-dijo señalando a la tumba - Para Marx la filosofía tenía que cambiar el mundo. Piensa que en la época que vivía la situación era algo dura. Imagínate que no puedes ir al colegio porque tienes que ir a trabajar por una miseria que te paga un señor capitalista que se queda con tu trabajo, ¿qué opinarías?
-Puf... sería una vida dura
-Es por eso que Marx quería que las cosas cambiasen, que todos fuéramos iguales y que de alguna forma nadie se enriqueciese a costa de la miseria de otro, ya que el trabajo no sería otra cosa más que un arma de degradación del hombre, y el trabajo no debe de ser humillante, debe gustarnos trabajar.
-¿Y el estado, entonces para qué servía?
-Absolutamente para nada, ya que eran los propios dueños de las fábricas los que muchas veces formaban parte del gobierno, por lo que sólo servía para dar un porqué a sus actos y esconder el altruismo. El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan y eso no lo cumplían.

Me estaba quedando impresionada como aquel hombre conocía a Marx y a su pensamiento. De repente sonó un crujido me di la vuelta para ver que pasaba, pero no vi nada, cuando me volví paraa escuchar lo que seguía diciendo aquel hombre, este ya no estaba. ¿Dónde había podido ir? 
Iba a irme cuando me di cuenta de que se le había caído un libro, lo recogí del suelo y le di la vuelta, tenía pinta de ser muy antiguo y en la portada ponía con letras doradas: El Capital. Abrí el libro y vi que tenía algo escrito en la primera hoja:

 Espero que hayas aprendido lo suficiente, pásatelo bien en tu viaje.
 Un saludo.
  Karl


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